¡El clásico!
En uso en playas de todo el mundo, esta silla de playa se siente como en casa en balcones y terrazas, bares, cafés, pero también en ferias. Gracias a la altura del asiento agradable y regulable y a su libre suspensión, cualquiera que busque relajarse puede sentarse en ella de forma relajada y cómoda.
¡Un accesorio que tienta a quedarse!